miércoles, 30 de marzo de 2011

Riesgos y Peligro: una visión semántica.

Introducción

El objetivo de este ensayo es dar precisión semántica a vocablos de uso común, en el análisis de peligros y riesgos. La razón de ello es que resulta frecuente encontrar que “diversas fuentes vinculan un mismo término a significados distintos, y en ocasiones un mismo significado corresponde a diferentes términos”. Es el caso de los vocablos: riesgos y peligros. Tal ambigüedad no favorece una comprensión diferenciada de los términos en cuestión, y “obliga a presentar las definiciones de esos vocablos en busca tanto de claridad y fluidez conceptual, como de consenso científico”.
Se presenta el panorama sobre peligros y riesgos, con una breve referencia al origen y su trascendencia en los planos científico, socioeconómico y político.

El concepto de riesgo.
El concepto de "riesgo" puede ser caracterizado en términos de tres factores. En primer lugar, está directamente relacionado con los conceptos de "incertidumbre" y de "conocimiento". En segundo lugar, está igualmente asociado con el concepto de "daño". Se conocen una diversidad de conceptos sobre el riesgo, y entre ellos se pueden señalar los siguientes:

Riesgo es un conjunto de circunstancias que representan una posibilidad de pérdida.
Riesgo es la incertidumbre de que ocurra una pérdida económica.
Riesgo es la posibilidad de que por azar ocurra un hecho que produzca una necesidad patrimonial.
Riesgo es la eventualidad de un suceso cuya materialización o realización pudiese implicar incidentes.
Riesgo es la probabilidad de ocurrencia de un peligro.
Riesgo es la combinación entre la probabilidad y consecuencias de la ocurrencia de un determinado evento peligroso.
Según la Real Academia Española (1.992, pag. 1.562) la palabra riesgo implica contingencia o proximidad de un daño, en otras palabras: desgracia o contratiempo, que puede afectar la vida de los hombres. Este término, muy empleado en Economía, Política y Medicina, ha extendido su uso a todas las ciencias. Es frecuente encontrar que el término riesgo se usa como sinónimo de peligro. Esta confusión proviene del origen de los términos. Etimológicamente riesgo proviene del italiano rísico o rischio (peligro), y éste del árabe clásico rizq.

Es característico en la esencia del riesgo, que haya:
  • La existencia de un objeto o un “algo” expuesto a sufrir un daño o pérdida; sea por ejemplo: la propiedad y su uso, la salud, o la capacidad de generar ingresos de una persona, o la responsabilidad ante terceros.
  • La presencia de la causa o causas posibles que ocasionan el daño o la perdida al objeto o a ese “algo”, y que pueden ser de origen natural, como los terremotos; de origen humano, como los robos; y de origen económico, como los cambios sociales.
  • Un perjuicio o daño que sufriere el objeto o el “algo” considerado que padeciere la causa, como la pérdida de un equipo debido a un incendio, o lesiones por accidentes en el trabajo.
Esencialmente el término riesgo "está cargado de futuro, de un temor respecto del porvenir ligado a una cierta tensión…o a fenómenos….que tienen una cierta probabilidad de producirse”.

Las Naciones Unidas, a través de su Oficina de Coordinación para el Socorro en caso de Desastres (UNDRO), a tal efecto ha elaborado una serie de definiciones entre las que figuran la de riesgo como: "grado de pérdida previsto debido a un fenómeno natural determinado y en función tanto del peligro natural como de la vulnerabilidad".

La acepción más divulgada de riesgo es la de: peligro que se corre. El diccionario más actual dirigido por Roger Brunet, Les mots de la géographie (1994) define al riesgo como: "peligro al cual se esta expuesto individual o colectivamente en ciertas circunstancias".

Whittow en su Diccionario de Geografía Física (1988) define al riesgo como: "hecho percibido que amenaza la vida o el bienestar de un organismo, especialmente el hombre. Una catástrofe o un desastre es la materialización de un riesgo".

El riesgo puede expresarse en términos del promedio de pérdidas esperadas. Por ejemplo: “25.000 vidas perdidas en un período de 30 años”, o “75.000 casas han experimentado grave daño o destrucción durante 25 años”, o alternativamente basado en la probabilidad: “un 75% de probabilidad de pérdida económica a la propiedad sobre 50 millones de dólares en el pueblo Puerto Nuevo dentro de los próximos 10 años”. También, el riesgo puede referirse a estimaciones de pérdidas de cualquier tipo, que se exprese como proporción del total. En los dos primeros ejemplos, se podría expresar así: “el 10% de la población (de un asentamiento determinado) muerta por amenazas naturales dentro de 30 años”, o “50% de las casas (en una región determinada) dañadas gravemente o destruidas en los próximos 25 años”.

El concepto de riesgo incluye la probabilidad de ocurrencia de un acontecimiento natural o antrópico y la valoración por parte del hombre en cuanto a sus efectos nocivos (vulnerabilidad). La valoración puede hacerse cuantitativa, por medición de pérdidas y probabilidad de ocurrencia. Cuando se cuenta con los datos adecuados para realizar un cálculo de probabilidades, se puede definir el riesgo. En cambio, cuando no existe posibilidad de calcular probabilidades, sino que solo existe intuición o criterio personal, se está frente a una incertidumbre.

En la relación del riesgo con la incertidumbre y el conocimiento es importante, pues, considerar que la incertidumbre y el conocimiento forman una escala, en la que el máximo conocimiento se ubica en uno de sus extremos y el desconocimiento (máxima incertidumbre en un sentido importante) en el otro extremo. De esta manera, el riesgo se ubica dentro de esa escala y se desplaza a la derecha o a la izquierda según la siguiente propiedad: se obtiene una mayor precisión (cuantificación) del riesgo en la medida en que aumenta nuestro conocimiento sobre el ámbito determinado de interés. Es decir, el riesgo se da, claramente, en un contexto específico. De hecho esta es una de las características del concepto de riesgo.

La “incertidumbre” tiene dos sentidos relevantes. Por un lado, significa desconocimiento específico de una situación, el cual puede reducirse en la medida en que logramos un mayor conocimiento de la situación. Por el otro, significa indeterminación, en sentido epistemológico. El sentido del concepto de incertidumbre que nos interesa aquí es el primero, es decir, el de “desconocimiento específico de una situación”.

Respecto de la asociación del riesgo con el daño éstos están claramente relacionados. El asunto es cuál es el tipo de relación que se da entre ambos, y dos clases generales de relación son de interés. Está, por un lado, la clase que tiene que ver con lo que se puede llamar la forma en que ambos conceptos están relacionados. Por el otro, la clase que se relaciona con lo que denominamos su contenido.

a) Relación por forma
Veamos primero la relación de forma entre ambos conceptos. Consideremos las siguientes:
1) riesgo = daño;
2) riesgo es la posibilidad de que ocurra un daño; y
3) riesgo es la probabilidad de que ocurra un daño.

Para entender la diferencia entre riesgo como la posibilidad, o probabilidad, de que ocurra un daño, dependerá de la manera cómo se entienda “posibilidad” y “probabilidad”. En un sentido podríamos considerar que ambos son equivalentes; pero posiblemente pudieran tener una diferencia más bien lógica, en el sentido de que “no es contradictorio suponer que un daño pueda ocurrir”. Dicho de esta manera, posibilidad adquiere un sentido muy general que incluye todo aquello que no sea contradictorio. Así, incluiría el sentido de incertidumbre como “indeterminación”. Es igualmente claro que incluiría el concepto de probabilidad. Es suficiente indicar que “posibilidad” adquiere, entonces, un significado mucho más amplio que probabilidad.

b) Relación por contenido
Por “contenido” refiérese a la correlación que existe entre el tipo de impacto y el tipo de daño producido. Se trata de determinar la relación que existe entre ambos. En primer lugar se que afirma que todo impacto tiene un daño asociado, sin importar la magnitud del impacto, y en este caso se trata de una correlación lineal; es decir, siempre podemos establecer para un impacto determinado, el daño correspondiente. O sea, por más pequeño que sea un impacto, siempre se producirá un daño, y su daño será proporcional al impacto. De manera, que siempre existe un factor por el cual multiplicar el impacto para obtener el daño.

En segunda, la correlación impacto-daño distingue, en general, a su vez, dos tipos de correlación, que dependerán del tipo de efecto o daño. En un primer tipo está los efectos determinísticos, que indican que para un determinado impacto, siempre le seguirá un determinado daño, pero no establece ninguna condición de linealidad. Tal es el caso en la prescripción de ciertos medicamentos, en los que se indican claramente los efectos negativos que tendría para el paciente y durante cuánto tiempo éstos se mantienen. En un segundo tipo esta los efectos o daños estocásticos. Es decir, aquellos para los cuales no existe una correlación uno-uno entre impacto y daño, sino que dependen de otros factores. Los denominados estudios epidemiológicos constituyen uno de los ejemplos más conocidos de métodos de correlación estocástica, porque las correlaciones entre impactos y daños se hacen mediante el estudio de poblaciones, y la manera como el factor bajo consideración se distribuye en esa población.

Uno de los aspectos observado a nivel del público es que, no sólo se identifica impacto con daño (severidad con consecuencia), sino que este último concepto se utiliza, en muchos casos, de manera indeterminada, y al desconocer la naturaleza del daño o las consecuencias, entonces no es posible extraer resultados prácticos que puedan ser determinados y correlacionados.

El concepto de peligro.
Etimológicamente el término peligro proviene del latín periculum: "contingencia inminente de perder una cosa o de que suceda un mal” (Espasa Calpe, 1975, p.57).

El peligro implica la existencia del hombre que valora qué es un daño y qué no lo es. Los fenómenos naturales no son en sí mismos perjudiciales. Por ejemplo, para los antiguos egipcios, las inundaciones del Nilo no eran acontecimientos peligrosos. Las inundaciones, sequías, tormentas, terremotos, erupciones volcánicas, huracanes y otros, son fenómenos naturales, que solo se convierten en peligros si ocurren donde vive la gente.

Naciones Unidas sostiene que peligro natural es "la probabilidad de que se produzca, dentro de un período determinado y en una zona dada, un fenómeno natural potencialmente dañino". De modo que se entiende como:
-peligro natural: cuando el fenómeno que produce el daño tiene su origen en la naturaleza.
También existen los peligros antrópico o sociales, que son aquellos cuyo origen está en las acciones de los hombres. Se entiende así como:
-peligro antrópico: cuando el fenómeno que produce la pérdida tiene su origen en las acciones humanas.
-peligro ambiental: cuando el evento que causa el perjuicio tiene causas combinadas, es decir naturales y/o antrópicas.
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) ambos términos son prácticamente sinónimos. Es aquí donde comienza la confusión; ya que en el lenguaje cotidiano es como si no importa si hablamos de riesgos o peligros, no así en un contexto laboral.

Semántica comparativa de los vocablos: Riesgo y Peligro.

¿Qué dice el RAE?
Para riesgo:
“Contingencia o proximidad de un daño”.

¿Qué significa “contingencia” según el RAE?
Posibilidad de que algo suceda o no suceda. Cosa que puede suceder o no suceder.

Para peligro:
"Riesgo o contingencia inminente de que suceda algún mal”.

¿Qué significa “inminente” según el RAE?
Que amenaza o está para suceder prontamente.

El Instituto de Salud e Higiene del Trabajo (INSHT), en España, utiliza las definiciones de una antigua norma UNE que los define así:
Peligro: Fuente o situación con capacidad de daño en términos de lesiones, daños a la propiedad, daños al medio ambiente o una combinación de ambos, y 
Riesgo: Combinación de la frecuencia y la probabilidad de las consecuencias que puedan derivarse de la materialización de un peligro.
En el caso de los Estados Unidos (EE UU), la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), define:
Riesgo: Combinación de la probabilidad y la(s) consecuencia(s) de ocurrencia de un evento identificado como peligroso, y

Peligro: Fuente o situación con el potencial de daño en términos de lesiones o enfermedades, daño a la propiedad, daño al ambiente de trabajo o la combinación de ellos.
En el marco normativo venezolano, la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), en la norma 2270:2002 define riesgo así:
Es una medida del potencial de pérdida económica o lesión, en términos de la probabilidad de ocurrencia de un evento no deseado junto con la magnitud de las consecuencias.
Por otro lado, la norma COVENIN 2260:2004 define riesgo de esta manera:
Es la probabilidad de ocurrencia de un accidente de trabajo o de una enfermedad profesional.
Asimismo en el contexto venezolano, la Norma Técnica NT-01-2008 aprobada mediante Resolución Nº 6.227 por el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social, en ésta se define riesgo como:
La probabilidad de que ocurra daño a la salud, a los materiales, o ambos.
Es necesario destacar que en ninguno de los distintos instrumentos normativos y legales de Venezuela investigados, como en la LOPCYMAT (Gaceta Oficial Nº 38.236 de 2005), el Reglamento a las Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (Decreto Nº 1.564 de diciembre 1973), en las normas COVENIN antes referidas, asimismo la COVENIN 474 vigente, ni en la reciente Norma Técnica NT-01-2008, se hace mención definitoria sobre la conceptualización del termino: peligro. Esto deja a la ambigüedad, entonces, una interpretación sinónima de las expresiones: riesgo y peligro. En esta ultima, NT-01-2008, se define, por otro lado, para la interpretación univoca, el concepto relacionado con el vocablo peligro “Procesos Peligrosos”, así:
Es el que surge durante el proceso de trabajo, ya sea de los objetos, medios de trabajo, de los insumos, de la interacción entre éstos, de la organización y división del trabajo o de otras dimensiones del trabajo, como el entorno y los medios de protección, que pueden afectar la salud de las trabajadoras o trabajadores.
Consideraciones Finales. Diferencia Riesgo/Peligro.
Considérese las palabras riesgo y peligro unidas y separadas por una barra (/), para mostrar así que constituyen una diferencia, y que por lo tanto para definir el concepto de riesgo se precisa del concepto de peligro, y a la inversa. Al utilizar la diferencia riesgo/peligro se parte de la suposición de que toda observación conlleva una diferencia o distinción, porque de otro modo no se podría caracterizar lo que se pretende observar. De manera, entonces, que se plantean aquí dos tipos de diferencias. La primera caracteriza algo distinguiéndolo de todo lo demás. Llamaremos objeto a lo que así se especifica. El otro tipo de observación distintiva o diferencia, delimita lo observado en término de lo opuesto. Es decir, tomando en cuenta el otro lado. Por ejemplo: mujer/hombre, lícito/ilícito, posible/probable concepto/objeto, contingente/necesario o riesgo/peligro. Se llamaría luego concepto a lo que se especifica así.

Los conceptos son siempre construcciones de un observador, no preexisten a la observación. Los objetos también. Puede parecer una obviedad pero es importante subrayarlo, el riesgo no es un objeto, sino un concepto. Nada que llamemos riesgo preexiste a la observación del riesgo. El riesgo es una construcción del observador, no una realidad preexistente y dada. El riesgo es una semántica, no un hecho. El concepto de riesgo no caracteriza ningún hecho que exista con independencia de si es observado y de quién sea el observador. De otra manera: el riesgo no estaba ahí, el riesgo es una construcción, un concepto propio de la modernidad. El riesgo no es el daño, sino una forma de mirar el daño. El riesgo no es la incertidumbre, sino una forma de tratar y afrontar la incertidumbre. El riesgo no es previo, sino producto; no una realidad, sino un resultado; no es naturaleza, sino mercancía…

Como concepto el riesgo adopta diferente significado si lo construimos con la diferencia riesgo/seguridad o con la diferencia riesgo/peligro. Con la primera de esas diferencias riesgo es la ausencia de seguridad. Sin embargo, si lo construimos con la segunda, la idea de riesgo apunta hacia la voluntad, la decisión y la responsabilidad. Peligro es todo lo malo que puede pasar con independencia de las decisiones que uno tome. Riesgo es todo lo que puede salir mal, después de haber decidido. Lo que puede pasar no depende de la decisión, lo que puede resultar sí. Los riesgos se refieren a daños que se presentan como resultado de una decisión y que no se producirían si la decisión hubiera sido otra. En tanto que los peligros acaecen porque sí, y hubieran acaecido con independencia de las decisiones. Así el humo de los cigarrillos es un peligro, pero quien fuma es responsable de su enfermedad. Es por eso por lo que decimos que se arriesga. Una inundación es un peligro, quien construye (o autoriza a construir) en el cauce de un río se arriesga.

En definitiva y con algunas excepciones, riesgo es lo imputable a otro, o a uno mismo, mientras que peligro es una amenaza que proviene del exterior. Los peligros no provocan consecuencias mientras no son activados fortuita o deliberadamente, y de alguna forma, el peligro es anterior del riesgo. Como por ejemplo, un piso resbaladizo es el peligro y la caída al mismo nivel es el riesgo. Por último, el autor Prieto Pérez discierne sobre el concepto de riesgo señalando lo siguiente: "La palabra riesgo lleva en si idea de posibilidad de pérdida, y la palabra riesgo utilizada en su sentido correcto significa posibilidad de sufrir pérdida”.





 
Recopilación hecha por el Ing. Víctor J. Velásquez L. sobre publicaciones y monografías en: www.ub.edu; www.starmedia.com; www.Paralelo36andalucia.com; www.wkipedia.com; www.monografias.com; www.osha.com; www.covenin.com.ve; www.insht.es; www.gestiopolis.com; www.latindex.ucr.ac.cr;   www.slideshare.net; www.estrucplan.com.ar; www.scribd.com